Adicción al Móvil y Redes Sociales en Adolescentes: Síntomas, Riesgos y Recomendaciones
¿Tu hijo/a adolescente pasa demasiado tiempo en el móvil o consultando sus redes sociales? Encuentra aquí información sobre la adicción al móvil y redes sociales, sus síntomas y cómo puedo ayudarte.
Luis Ricardo León Zamora
3 de abril de 2025
La presencia cada vez mayor de los teléfonos móviles y las redes sociales supone ventajas pero también retos para nuestra sociedad y, en especial, para los adolescentes. La adicción al móvil y a las redes sociales se refiere a un uso excesivo de estas herramientas hasta el punto de interferir significativamente en la vida diaria. Generalmente, se manifiesta como una necesidad compulsiva de revisar notificaciones, navegar por las redes sociales y consumir contenido de manera compulsiva, lo que lleva al descuido de las responsabilidades y las relaciones personales.
Cabe recalcar que, aunque coloquialmente se suele utilizar el término “adicción a redes sociales”, actualmente no está reconocida como tal en los manuales de criterios diagnósticos (DSM, CIE). Esto se debe a que en la investigación científica no existe un consenso sobre si las redes sociales pueden causar una dependencia suficientemente grave como para considerarla una adicción o trastorno (no obstante, en esta sección utilizaremos el término “adicción” para facilitar la comprensión). A pesar de ello, sabemos que el uso problemático de redes sociales sí puede causar patrones de conducta disfuncionales que requieran ayuda psicológica.
A grandes rasgos, los efectos de la adicción al móvil incluyen:
Interferencia con las actividades cotidianas. El uso compulsivo del móvil y redes sociales puede llevar a los adolescentes a descuidar o abandonar responsabilidades en los estudios o el trabajo, disminuyendo su productividad y rendimiento académico. También puede llevarlos a descuidar sus relaciones personales, priorizando el tiempo en línea sobre las interacciones cara a cara.
Impactos psicológicos. La adicción al móvil y las redes sociales puede tener efectos negativos en la salud mental, incluyendo problemas de atención, deterioro de la memoria, ansiedad, depresión y estrés.
Consecuencias sociales. El uso excesivo del móvil y las redes sociales puede provocar aislamiento social y perjudicar las habilidades de comunicación cara a cara, dificultando las interacciones sociales significativas.
Aunque la línea entre un uso saludable y un uso problemático del móvil y redes sociales es muy fina, existen las siguientes señales de riesgo:
Pasa horas en redes sociales, descuidando estudios y otras responsabilidades frecuentemente.
Experimenta ansiedad, irritabilidad o cambios de humor si no puede consultar sus redes sociales o móvil.
Consulta el móvil y sus redes sociales en lugares y horarios inadecuados.
Su rendimiento académico se ha afectado a causa del uso excesivo del móvil y las redes sociales.
Se aísla y/o descuida sus relaciones familiares y sociales.
Miente sobre el tiempo que pasa conectado o lo usa a escondidas.
Tiene problemas de sueño a causa de usar el móvil y las redes sociales hasta tarde frecuentemente.
Cada adolescente es diferente, y cada uno tiene circunstancias que pueden favorecer la adicción al móvil y a las redes sociales. En general, hay 4 factores que influyen en esto:
Vulnerabilidad emocional. La adolescencia es una etapa de desarrollo con inestabilidad emocional, búsqueda de identidad y necesidad de aceptación social. El móvil y las redes sociales ofrecen una vía para buscar validación y conexión, lo que puede llevar a un uso excesivo.
Diseño adictivo de las aplicaciones. Las redes sociales y los juegos en línea están diseñados para generar recompensas variables (likes, comentarios, notificaciones), lo que activa el sistema de dopamina en el cerebro y puede crear dependencia. El miedo a perderse algo (FOMO) y la necesidad de estar siempre conectado fomentan también el uso compulsivo.
Problemas de socialización. Adolescentes con dificultades para relacionarse cara a cara pueden encontrar en el mundo virtual un espacio de interacción más cómodo, lo que puede llevar al aislamiento social en la vida real.
Factores psicológicos. La ansiedad, la impulsividad y la baja autoestima pueden aumentar la vulnerabilidad a la adicción al móvil. De igual forma, los problemas familiares, dificultades escolares y el estrés también pueden contribuir a que los adolescentes busquen refugio en el móvil.
Las principales consecuencias emocionales del uso excesivo de las redes sociales son:
Ansiedad. El uso compulsivo del teléfono para revisar mensajes, actualizaciones o notificaciones puede provocar un estado constante de alerta y tensión.
Depresión. La comparación constante con otros en las redes sociales puede generar sentimientos de incompetencia y baja autoestima. Además, pueden aparecer sentimientos de soledad y tristeza debido al abandono de otras actividades esenciales para el bienestar emocional (Ej: dejar de salir con amigos, abandonar hobbies, falta de conexión con el mundo real, etc.).
Estrés e irritabilidad. La presión por estar constantemente conectado y atento puede ser abrumadora, generando tensión mental. Además, el exceso de estimulación puede generar sobrecarga mental, produciendo mayor irascibilidad e irritabilidad.
De esta manera, la adicción al móvil y redes sociales puede dar lugar o agravar otros trastornos emocionales en el adolescente.
El uso excesivo de redes sociales puede afectar a la sociabilidad y las interacciones cara a cara de varias maneras:
Deterioro de las habilidades de comunicación. El uso excesivo de redes sociales puede afectar la capacidad de los adolescentes para comunicarse eficazmente en persona, debido a la falta de práctica en habilidades como la escucha activa, el contacto visual y la interpretación de señales no verbales.
Aislamiento y descuido de las relaciones personales. La necesidad de estar constantemente en línea puede llevar a que las personas prioricen sus dispositivos sobre las interacciones cara a cara, lo que deteriora la calidad de sus relaciones interpersonales. La interacción en línea, al ser más superficial, no proporciona el mismo nivel de satisfacción emocional que las relaciones en persona
Preferencia por la interacción digital. La interacción exclusivamente online puede hacer que las interacciones cara a cara resulten incómodas o desalentadoras, lo que lleva a un retraimiento social y perpetúa el ciclo de adicción y aislamiento.
El uso excesivo de redes sociales puede provocar dificultades cognitivas que disminuyan el rendimiento académico:
Déficits de atención. La constante exposición a notificaciones y actualizaciones puede interrumpir su capacidad de concentración en tareas académicas. Esto dificulta la atención sostenida, esencial para el aprendizaje y la comprensión de conceptos complejos.
Deterioro de la memoria. La sobrecarga de información causada por el uso excesivo de redes sociales puede saturar la memoria y dificultar la retención de datos relevantes, lo que impacta negativamente la capacidad de aprendizaje y la consolidación de conocimientos.
Dificultades para la gestión del tiempo. La adicción a las redes sociales puede llevar a una mala administración del tiempo, disminuyendo las horas dedicadas al estudio y reduciendo la productividad académica.
Impacto en la participación en clase. La distracción constante puede impedir que los adolescentes se involucren activamente en las actividades del aula, afectando su comprensión y rendimiento en evaluaciones.
Si eres padre o madre de un adolescente que hace un uso problemático del móvil y redes sociales, aquí hay algunas recomendaciones:
Enseñarles a controlar el tiempo que dedican a las redes sociales.
Supervisar el uso que hacen de las redes sociales y fomentar otras actividades (deportes, salidas, hobbies…)
Establecer límites y horarios comunes en casa, adecuados a la edad y madurez.
No utilizar las redes sociales como recompensas o castigos.
Dar ejemplo del uso saludable y responsable del móvil y redes sociales.
Utilizar controles parentales y respetar las edades mínimas de uso (en España, los 16 años).
Supervisar el tipo de contenido al que acceden, comparten y publican.
Si hay señales graves, buscar ayuda profesional.
Si te preocupa el bienestar emocional o digital de tus hijos pero no sabes si hay un problema real, no esperes a que la situación se vuelva insostenible. Si te preocupa el impacto del móvil, los videojuegos o las redes sociales en el bienestar emocional de tus hijos, puedes llamarme sin compromiso. Hablaremos durante unos minutos para conocer la situación y valorar cómo puedo ayudarte.
*Si en este momento no puedo atenderte, te devolveré la llamada lo antes posible
